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El Instituto Boliviano de Investigación Forestal, con el apoyo de Tropenbos International, anuncia la publicación del estudio: “Reporte de Evaluación del Cumplimiento de las Contribuciones Determinadas Nacionalmente: Resultados Bosques”. Dicho diagnóstico analiza el grado de cumplimiento de los compromisos, en el parámetro bosques, a los que se ha suscrito Bolivia en el Acuerdo de París.
El Acuerdo de París es un tratado internacional, jurídicamente vinculante, sobre el cambio climático. Fue adoptado por 196 Partes en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. Su objetivo es limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.
Este compromiso se traduce en una serie de contribuciones por país que apuntan a solucionar el problema en conjunto. Estas contribuciones son conocidas como NDCs (National Determined Contributions) por sus siglas en inglés o CDN en español (Contribuciones Determinadas Nacionalmente) . En el caso de Bolivia, como país, se ha comprometido a distintos objetivos en tres áreas: agua, energía y bosques.
“Los compromisos están marcados para una evaluación cada cinco años. De acuerdo al estudio que hicimos se evidencia que no se han logrado los compromisos. En algunos estamos lejos de lograrlo y en otros avanzamos lentamente”, indica Humberto Gómez, experto en cambio climático, bosques y deforestación, Oficial de Desarrollo del IBIF y autor del reporte.
De un total de nueve indicadores de los resultados comprometidos como país, el diagnóstico evalúa seis de ellos. Los tres restantes no se pudieron analizar debido a que requieren estudios específicos como censos nacionales, entre otros.
Los tipos de metas a los que cada país podía adherirse son las siguientes:
CDN presentados por países a nivel mundial.
La CDN presentada por Bolivia es del tipo “Acciones y Políticas”, el cual se describe como una serie de acciones, en marco de la estrategia de desarrollo del país y que conducen a reducir adicionalmente la pobreza e incrementar los niveles de resiliencia de las poblaciones, ecosistemas y, colateralmente, lograr efectos de reducción de emisiones.
Países por tipo de contribución de mitigación en su CDN.
Con relación al sector “Bosques y Agricultura”, durante el período 2015-2030, Bolivia estimó alcanzar estos objetivos:
- Deforestación ilegal cero al 2020
- Incremento de la superficie de áreas forestadas y reforestadas a 4.5 millones de hectáreas al 2030
- Incremento de áreas de bosques con manejo integral y sustentable con manejo integral y enfoque comunitario a 16.9 millones hectáreas al 2030
- Contribución del Producto Interno Bruto al 5,4% el año 2030
- Extrema pobreza cero en la población que depende de los bosques al 2025, de un aproximado de 350.000 personas al 2010
- Incremento de la cobertura neta de bosques a más de 54 millones de hectáreas, respecto de los 52.5 millones del año 2010
Los siguientes gráficos, pertenecientes al reporte, muestran la evaluación de resultados de los CDN mencionados anteriormente:
Evaluación del resultado CDN: reducción de la deforestación ilegal.
Evolución de la superficie desmontada para alcanzar meta del PDES 2016-2020.
Evaluación del resultado CDN: reducción de la deforestación ilegal.
Evaluación del resultado CDN: reforestación.
Evaluación del resultado CDN: área bajo manejo comunitario.
Evaluación del resultado CDN: producción maderable.
Modelo de crecimiento propuesto como parte de la CDN para las áreas forestales dedicadas a la producción.
Evaluación del resultado CDN: Cobertura de bosque.
El cumplimiento de los CDN involucra un esfuerzo conjunto entre varios sectores y actores: Gobiernos Nacionales, Departamentales y Municipales, empresas privadas, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones forestales comunitarias, movimientos sociales y la ciudadanía en general.
La misión del IBIF está directamente relacionada con algunos de los indicadores de los CDN. Entre esos, la gestión integral de bosques, incremento de la gestión comunitaria, reducción de la deforestación ilegal, y el incremento y mantenimiento de la cobertura forestal.
“Nosotros trabajamos en la gestión integral de los bosques, buscamos su conservación y que sus usuarios tengan capacidades y oportunidades para aprovechar el bosque de manera sostenible y por esa vía conseguir su conservación”, explica Gómez.
Las recomendaciones del reporte publicado por el IBIF, contemplan esfuerzos futuros como la implementación de una estructura de gobernanza que permita la articulación de los diferentes niveles del estado y actores de la sociedad civil. Así como también efectivizar mecanismos de monitoreo, reporte y verificación que permitan hacer evaluaciones permanentes de cómo se está avanzando respecto a los resultados.
La organización de las acciones que son tomadas por el país, radica en el Plan de Desarrollo Económico y Social PEDES, de esas determinaciones se deriva a los Planes Territoriales de Desarrollo Integral, donde los municipios anuncian la disponibilidad y estrategias que serán implementadas.
Respecto a lo que sucedió en Bolivia los últimos 5 años y los bajos niveles de cumplimento de metas, se observa que uno de los motivos radica en la falta de una adecuada articulación, la ausencia de ejecución de políticas públicas, y finalmente, necesidades financieras.
Por otra parte, este año se llevará a cabo en Escocia, la COP26 en la que nuevamente se reunirán las partes firmantes de alrededor del mundo, para hacer una actualización de los compromisos al 2020 y reafirmar o modificarlos. Respecto a eso, Gómez señala que Bolivia debe analizar los términos del contexto actual, así como también reconsiderar la ambición de los objetivos y por último reafirmar su compromiso; avanzando hacia la conformación del comité de gobernanza y una estrategia de planificación.
“La única manera de responder al desafío es trabajar de manera conjunta. Si no sumamos esfuerzos, no vamos a poder lograr lo que comprometimos. Una organización y planificación adecuada puede hacer que cumplamos con esas metas y necesita la participación de todos”, agrega Gómez.
En cuanto al trabajo del IBIF, se prevé continuar trabajando en torno a los objetivos para contribuir a la mitigación de cambio climático y al cumplimiento de los CDN, conjuntamente con los diferentes niveles del estado y otros actores de la sociedad. Así como también concentrará esfuerzos para seguir realizando evaluaciones que permitan analizar tanto el impacto nacional como el propio.
Gómez finaliza resaltando la importancia fundamental de crear consciencia sobre la gravedad del problema de cambio climático y prever tomar acciones para adaptarnos a los cambios inevitables que se darán en un futuro, de manera que no tengan mayor impacto en la biodiversidad, la economía o la salud.
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