IBIF establece contacto
Aplicando la nueva tendencia mundial, use la aplicación para telefonía móvil “WhatsApp” mediante videollamada para establecer contacto con el Cacique General de la Central Indígena de Comunidades Originarias de Lomerío (CICOL), Elmar Masay Soqueré quien sea la situación de las comunidades indígenas de Lomerío en este tiempo de cuarentena nacional por el Covid - 19.
Sin entrar en la parte subjetiva de la entrevista, Masay tenía un tono de voz algo debilitada y al mismo tiempo, preocupada. Este tiempo de pandemia mundial, ha golpeado al mundo entero, nos ha mostrado que no es una metáfora, es una realidad.
Dentro de esta realidad, los territorios de Lomerío a través de sus autoridades locales definieron varias estrategias para evitar el contagio y propagación del virus en sus cuatros cantones. “Estamos ejerciendo la autonomía indígena, no contamos con la presencia de policías ni militares y nos hemos visto en la necesidad de organizarnos para establecer varios puntos de control. Los comunarios hacen rotación en el control, es un trabajo voluntario”, añadió Masay.
Son más de 20 días de cuarentena, los caiques mayores se han reunido por sexta vez para evaluar posibles medidas estratégicas para proteger la integridad física y emocional de 2.000 familias, número que ha crecido, pues quienes habitaban en la ciudad, han decidido regresar a su tierra natal. Se sienten solos y desprotegidos, se acogerán a sus condiciones disponibles, saben que las reuniones físicas donde aglutinan a las autoridades locales, cambiarán, están dispuestos a asumirlo.
Asisten a sus reuniones sin protección de bioseguridad, pues el barbijo es una eminente necesidad, y ante la escasez solo se prioriza su uso para el personal médico. Toman distancia social, se lavan las manos y se desinfectan el cuerpo entero con alcohol y lavandina (Solo en lugares estratégicos). Todos se cuidan, han entendido que juntos, podrán salir de esto.
En los centros de salud, en especial en el hospital municipal, tienen medicamentos, pero no tienen equipos de bioseguridad, han recibido una dotación de YPFB a través de la Gobernación, les dieron 100 barbijos y alcohol en gel. Actualmente, solo cuentan con cinco barbijos, los médicos están reutilizándolos. Sienten la eminente necesidad de cámaras de desinfección en puntos estratégicos de Lomerío.
Los efectos negativos se agudizan
Estamos trabajando por cubrir las necesidades de alimentación, tenemos escasez”, expresó Masay con voz entrecortada.
Viven en un lugar seco, no pueden cultivar arroz. Están en escasez, y son una población altamente consumidora de este alimento. Es un vaivén conseguir productos básicos de la canasta familiar como aceite, azúcar y arroz.
Masay comentó que están “Tocando puertas” para la dotación de insumos sanitarios y productos básicos de la canasta familiar. El número ha crecido, hoy son 2.000 familias. La situación se está agudizando.
Lomerío vive nuevas restricciones y prohibiciones
En Concepción hay un caso positivo de Covid 19, en ese sentido han limitado la circulación a los habitantes. Nadie puede salir ni entrar a Concepción. Se abastecen de Cuatro Cañadas
En todos sus puntos de control exigen la actualización de las autorizaciones de circulación y tienen preferencias de tránsito quienes abastecen de alimentación a la población.
Se prohibió la venta de la hoja de coca, el agio y la especulación determinaron un alto precio. Concretamente una reunión con los comerciantes para evitar estos problemas. “Hoy, cuando necesitamos unirnos, no nos aprovechemos de esta situación”, puntualizó Masay.
“Antes de la cuarentena, la onza costaba a Bs. 6 y con todas estas restricciones nacionales, llegó a costar Bs. 30. No es producto de primera necesidad, y no puede ser que nuestros hermanos indígenas, están sacrificándose por trabajar duro, solo por una onza de coca. El hogar necesita pollo y no coca ”, acotó el cacique.
Este territorio indígena, tiene eminentes necesidades sanitarias y de alimentación. Quieren escuchar la noticia que esto terminó, que todo volverá a su relativa normalidad, pero Masay sabe que es solo una utopía, y se pregunta después de la cuarentena, ¿Qué viene ?.